Ermitas
Ermita del Cristo
La ermita del Santísimo Cristo del Humilladero puede considerarse el tercero de los monumentos más importantes de la Ciudad, ya que cobija durante todo el año a la imagen del Cristo del Humilladero, patrón de los colmenaretes.
A la vista se muestra como hermoso conjunto arquitectónico que agrupa distintas construcciones en distintas épocas; una preciosa capilla del siglo XVI, de pequeñas proporciones y planta en forma de cruz latina con diminutas y graciosa cúpula sobre el crucero, a la que des pues añadieron un camarín por la espalda, una sacristía en el lateral izquierdo, y unas habitaciones para el capellán en el lateral derecho, actualmente cobija la imagen de la Santísima Virgen del Pilar y cobijó en los primeros tiempos la del Santísimo Cristo del Humilladero para lo que fue expresamente construida. .
Por la similitud de su traza y hasta en sus proporciones esta capilla recuerda a la del Cristo de la madrileña Iglesia de San Ginés.
Y otra capilla del siglo XVIII, antepuesta a la anterior, de estilo barroco, obra de Bartolomé Valtierra, de amplias proporciones, y ponderada y bella traza; sus muros son de sillería hasta llegar a la cornisa; la planta adopta la forma de cruz griega con los brazos muy cortos; los cuatro lienzos están formados por grandes arcos de medio punto que se apoyan en pilastras toscanas y sirven de sostén a una airosa y esbelta cúpula con linterna, empizarrada por el exterior; tiene dos bellas portadas de acceso, primorosamente labradas en piedra de Colmenar, la principal situada a poniente, , con símbolos de la pasión y orejetas, y la otra, en el lateral que mira al norte, con pilares fajados y orejetas; por el arco de mediodía se pasa a la capilla del s. XVI; y bajo el arco del naciente se halla el retablo que acoge la imagen del Santísimo Cristo del Humilladero, y al cual se le conoce con el apodo de "EL MORENO" . Más Información .....
La imagen primitiva fue un regalo del Papa San Pío V en el siglo XVI, en agradecimiento a Bernardino de Cárdenas, señor de Colmenar de Oreja, que había muerto en la batalla de Lepanto luchando contra los turcos en defensa de la fe cristiana. Más Información .....
La actual es una replica de la talla original y se hizo para sustituir a la primera que fue destruida durante la guerra civil.
Detrás se encuentra la sacristía y sobre ella el camarín. Ambos retablos y las imágenes que contienen son de mediados del siglo XX, siendo el del Humilladero y su Imagen del notable escultor Julio Vicent (1940) sendas reproducciones del retablo del s.XVIII y de la imagen del s.XVI destruidas el año 1936 juntamente con el retablo del s.XVII y la imagen del Pilar del s.XVIII. El retablo y altar del Humilladero fue obra del escultor Mario Díaz (1959). La Imagen del Santísimo Cristo del Humilladero, como sucedía antes con la antigua, que aparece vestida del talle a las rodillas con faldilla ahuecada por una senagüilla interior almidonada.
Tan notable conjunto arquitectónico, cerrado por detrás con un pinar de inmensa belleza, está instalado en un paraje del extra-muro meridional muy pintoresco, tranquilo y grato y desde cuyo recinto ajardinado, se divisa una preciosa panorámica de la ciudad: primero las extensiones de cereal, las vides, los olivos, luego las casas apiñadas en torno a la imponente Iglesia de Santa María La Mayor, y a lo lejos, expectantes, el Castillo de Oreja y los montes de Toledo.
A él se llega tras un corto y placentero recorrido, por el encantador paseo del Cristo que arranca en la plaza Mayor y termina en la mencionada ermita, a partir de los años 50 se construyó el Parque del Cristo tomando como eje el Paseo. Detrás del Humilladero, en lo alto de un pequeño cerro contiguo, se encuentre el cementerio privado de Santa Catalina, con centenarios cipreses que dan al lugar un tono nostálgico y sentimental.
La ermita se encuentra abierta todos los días del año, debido a la gran devoción que en Colmenar de Oreja se tiene a su Santo Patrón
La tarde del domingo anterior al día de la fiesta anual que se celebra los primeros días de mayo, las imágenes del Cristo y de la Virgen del Pilar son trasladadas en procesión a la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor donde da comienzo la novena, al sábado siguiente y a la caída de la tarde, se lleva a cabo la procesión de retorno a la Ermita del Cristo y la Virgen en andas, entre dos interminables filas de velas encendidas, espectáculo que no hay que dejar de ver.
Ermita de San Roque
Está plantada a la parte este del pueblo donde nacen la salida de las carreteras que llevan a Valdelaguna y Villarejo de Salvanes, en la plaza que lleva su mismo nombre.
Llama la atención su fachada principal de cantería rematada por espadaña de piedra con campana al pórtico de entrada antepuesta cuya cubierta sostiene dos hermosas columnas labradas en piedra de Colmenar.
Tras la Guerra Civil tuvo que ser parcialmente remodelada para lo que contribuyeron los vecinos de Colmenar y se realizaron además varios festivales taurinos benéficos gracias a los Hermanos Bienvenida, que torearon gratis muchas tardes en el pueblo para poder llevar a cabo semejante empresa.
En su interior destaca el altar de madera sobredorada, formado por pequeñas columnas y en el centro la imagen de San Roque en madera tallada policromada.
Ermita de San Juan
Se encuentra a la salida del pueblo, en la carretera de Chichón, tiene muy poco de particular el edificio y su ornamento, por ser uno y otro bastante pobre. Permanece cerrada todo el año, excepto para celebrar la fiesta de su santo, el día 24 de junio que se abre para celebrar sus actos litúrgicos, incluida la procesión.
Conserva esta ermita algo de celebridad por haber servido de cuartel general a los franceses que había en esta comarca cuando la Guerra de la Independencia, conservándose en las jambas de su puerta dos grandes ranuras que ellos hicieron para que cupieran las cureñas de sus cañones. Contiene un pequeño retablo de madera sobredorada, en el centro una hornacina o trono, incrustado en el muro donde se sitúa la imagen de San Juan Bautista.
Ermita de San Isidro
La de más reciente construcción, pero no por ello pierde su atractivo, situada en una altiplanicie construida para tal fin, en la zona sur de la Ciudad, y justo encima de la fuente de los huertos, su inmensa plaza, forma un espléndido mirador de la zona, y sirve de punto de reunión los días de mayo cuando se va en romería, para pedir al Santo que la cosecha y el año logren un buen fin.
Su estructura externa viene a semejar, sin dejar de parecer un templo para el culto, la de un horno de alfarería o tinajas que en antaño poblaban todos los alrededores de Colmenar, por su forma cuadrada en todos sus lados y la cúpula en forma de media esfera.